El astronauta de la Catedral.
El pasado 20 de julio se cumplió medio siglo de la llegada del Apolo XI a la Luna con los astronautas Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Mike Collins. La cuenta atrás comenzó el 16/07/69 y el Apolo XI inició una aventura que ha marcado la historia del mundo. El peso del mundo estaba sobre los hombros de estos tres hombres. Ellos eran la parte visible de una labor de 400.000 personas que realizaban todo tipo de trabajos: ingenieros, físicos, informáticos…etc.
Dicen que la primera vez que vieron la Luna de cerca, les pareció un espectáculo impresionante, pero más les impresionó ver la diminuta Tierra, el planeta azul, ya que desde “ahí fuera” nuestro planeta se ve como una gran esfera de color azul, así lo expresaron y se quedaron maravillados.
Armstrong y Aldrin aterrizaron en la Luna el 20/07/69 mientras que Collins seguía en la nave principal: “Houston, el Águila ha aterrizado”. Un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para la humanidad.
En nuestra Catedral Nueva, hay representado un astronauta, sí, así es, un anacronismo, una figura que no corresponde a la época de construcción de la Catedral. Los salmantinos decimos “el astronauta de la Catedral”. Durante un proceso de restauración que tuvo lugar en 1992, el artista Miguel Romero quiso hacer un guiño a la modernidad, al siglo XX, al gran paso que supuso para la humanidad la llegada del hombre a la Luna: “We did it”, lo logramos.
Y ya que estamos hablando del espacio, como no mencionar a Emilio Herrera, aunque para muchos es un gran desconocido, fue un hombre extraordinario, aviador, ingeniero e inventor español que diseñó el prototipo del traje espacial 30 años antes que los ingenieros de la NASA.
Sirvan entonces estos comentarios como homenaje al medio siglo de la subida del hombre a la Luna y al español Emilio Herrera que se dedicó en cuerpo y alma durante años a la investigación aeronáutica y al diseño de la «escafandra estratosférica», el prototipo del actual traje espacial.
ASTRONAUTA DE LA CATEDRAL
Astronauta de la catedral,
que naciste mirando al norte,
Observando la Estrella Polar.
Con amabilidad, ella te ha pedido,
que le muestres el entorno
donde estás.
Desea ver de frente, la iglesia
de San Sebastián,
con su bello cuerpo asaeteado,
sobre la puerta principal,
junto a su cúpula gris,
y su campanario circular.
La gran fachada, del palacio
de los Anaya, su escalinata,
y los claustros, ¡ son de imaginar !,
Aulas en Anayita.
Fachada, detrás de la Universidad.
¡ Calle de la Rua, conversaciones
al pasear !.
Conciertos de órgano, almas
que sienten la paz.
¿ Qué opinas de esta plaza ?
Estrella Polar.
Tú vives entre estrellas y astros,
lugar también excepcional.
Se mantiene hierático el astronauta,
en su Puerta de Ramos,
de la catedral.
No dice nada. Ella triste, se va.
En lo alto, cigüeñas y nubes,
no saben qué pensar.
Aseguran que él siente algo,
por su Estrella Polar.
A veces nuestros deseos, emociones,
y sentimientos, de amores fuertes,
debemos dominar.
Es difícil elegir entre el corazón, o la razón.
¿ O dejarse llevar ?
¡ Plaza de Anaya !.
Cuatro Cedros y una sequoya,
hacia el cielo, apuntando están.
¿ Quién sabe qué consejos darán ?.
Pensamientos sinceros,
amores imposibles,
lugares, de belleza excepcional.
¿ Cuándo y dónde, todos se unirán ?
¡ Sueños eternos, en la Salamanca celestial!.
Tanto tiempo que el hombre visitó la luna, aquellos volvieron y algunos que nunca fueron, aún siguen allí.
Hola Mercedes,
gracias por tu comentario, cierto es que los que fueron volvieron y que también hay mucha gente que vive en la «Luna», pero también es bonito, ¿no?.
Saludos,
Teresa
Curiosa historia la del astronauta, y tengo que decir que no la conocía bien.
Si hay algo que tengo clavado en el alma, respecto a los viajes a la luna, es Laika, la perrita que no volvió.
Muchas gracias Teresa
Hola Mar, muchas gracias por tu comentario. Salamanca está llena de curiosidades y me encanta que las descubráis conmigo si aún no las conocíais. Respecto a lo que comentas de la perrita Laika que nunca volvió, a mi también me conmovió su historia y claro al mencionarla me viene a la mente la canción de Mecano de los años 80, cuya letra escribo aquí para recordarla, porque también ella subió al espacio.
Era rusa y se llamaba Laïka
ella era una perra muy normal
pasó de ser un corriente animal
a ser una estrella mundial
La metieron dentro de una nave
para observar la reacción
ella fue la primera astronauta
en el espacio exterior
en el espacio exterior
Preparado está ya el cohete para el zarpar
el control en tierra dice a Laïka
Adios…
En la base todo era silencio
esperando algo, una señal
todos con los cascos en la oreja
oyeron a la perra labrar
Mientras en la tierra una gran fiesta
gritos, risas, llantos y Champán
Laïka miraba por la ventana
qué será esa bola de color?
y qué hago yo girando alrededor?
Preparado está ya el cohete para el zarpar
el control en tierra dice a Laïka
Adios…
Una noche por el telescopio
una nueva luz apareció
nadie pudo darle una explicación
al asomo de un nuevo sol
Y si hacemos caso a la leyenda
entonces tendremos que pensar
que en la tierra hay una perra menos
y en el cielo una estrella mas
y en el cielo una estrella mas
Preparado está ya el cohete para el zarpar
el control en tierra dice a Laïka
Adios…
Saludos, Teresa